El pasado sábado por la noche nuestros chicos entraron en un bar (“El Norte, situado en una de las calles próximas a la plaza del Ayuntamiento de Gijón) con el fin de tomar algo después de cenar, y fueron invitados a salir del local por su dueño, alegando que las sillas de ruedas ocupaban todo el espacio y que impedían la entrada de más personas.
A estas alturas del siglo XXI parece mentira que todavía haya gente con esa vena discriminatoria. En ASPACE HUESCA estamos en contra de la discriminación por razón de discapacidad, etnia, orientación sexual, religiosa o política.
Afortunadamente la inmensa mayoría de la gente que nos encontramos en Asturias es todo lo contrario, atendiéndonos con mucha cortesía y recibiendo mucho cariño.