Se nos hicieron muy cortas.
Aprovechamos y nos acercamos a Pamplona. dimos una vuelta, de tapas, de compras…
Queríamos ver la catedral pero tiene escaleras así que nos fuimos a un velador.
En Martillué la comida es muy buena y su cocinero nos ameniza con una canción.
Echamos de comer a los animales y nos dejaron coger a los conejitos.
A la vuelta paremos a comer en el Burguer King.