Un año más, con el verano casi terminado, no podemos hacer mejor balance de la nueva edición de la Escuela de Verano de nuestra Entidad, “los viajeros del tiempo”, estructurando las cuatro semanas de duración en torno a la Prehistoria, la Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea.
En las redes fuimos mostrando nuestro cuaderno de bitácora de la gran experiencia que año tras año supone el participar en estos Campamentos.
La primera semana fue un punto de partida excelente, con un programa de actividades de las que disfrutaron todas las personas participantes en la Escuela. Esos primeros días conocieron a nuevos compañeros de aventuras, cinco niños y niñas saharauis que hemos tenido en acogida dentro del Programa de Vacaciones en Paz.
A través de la máquina del tiempo hicimos un juego para saber a qué tribu pertenecían cada uno: los mamuts, osos cavernarios y la tribu tigre dientes de sable, disfrutando de pruebas y talleres (descubrieron el arte rupestre, decoraron el mural de la semana, participaron en un taller de cocina cavernícola, visitaron la huerta y el vivero de Brotalia, fueron de expedición quedando atrapados en una «cueva», disfrutaron de sesiones de cine, prepararon la «Gala prehistórica» y asistieron a una interesante charla en la que sus amigos saharauis les contaron cómo se vive en los campamentos saharauis y cómo son sus coles.
Siguiendo en esa línea las siguientes semanas fueron de disfrute con actividades de tipo pedagógico y lúdico.
Durante la segunda semana viajaron hasta la Edad Medieval y descubrieron a qué familia pertenecían cada uno: herreros, hechiceros o juglares, participando en actividades que aseguraban la diversión: juego de pistas, un taller de cocina medieval, sesiones de preparación para las justas medievales, juglares trajeron de sus viajes nuevos sonidos. Esta semana la máquina del tiempo se lió un poco en las salidas, y les llevó a conocer el casino y el parque Miguel Servet.
Con la tercera semana se adentraban en la Edad Media. Y a partir de entonces hicieron una visita al Museo Provincial, tuvieron la fiesta saharaui y su despedida, juegos de agua y un baile de máscaras.
La recta final de la Escuela de Verano se desarrolló inmersa en la Edad Contemporánea,
en la que los escolares disfrutaron de talleres de cocina, juegos de agua, una visita al museo de CDAN, talleres de creación de mural de inventos…
Una agenda mensual repleta de actividades es la mejor crónica de un proyecto que un año más ha llevado a resultados que son claro reflejo de su interés e impacto en la población escolar.
Un año más este proyecto ha sido posible a la colaboración de Fundación Ibercaja y Fundación Caja Inmaculada.